“Romano concibe una casa como un universo de sensaciones y de experiencias que cada uno construye con sus rutinas y vivencias.
La arquitectura intensifica las características del lugar.
Casas que se desvelan, no se presentan. Que proponen recorrido, ocultan la percepción del conjunto.
Es como si la casa pudiera contraerse y expandirse en un movimiento de fuelle que sigue el ritmo vital de la familia”.