















pont d’eno · ibiza
Hay vistas espectaculares que sólo se dejan intuir. Pont d’Eno parece muy formal, pero es un manifiesto, una declaración de intenciones de cómo vivir en una casa que integre completamente interior y exterior. las pérgolas -una cubierta que no lo es del todo, una sombra a media luz- duplicarán la superficie de vivienda, para relacionarla en permanencia con la planicie de su territorio y con esas fugas sorprendentes que sólo pueden ofrecer las pendientes suaves, del ras del suelo a las colinas lejanas…
Pont d’Eno es un juego de losas y una constatación de que, a veces, las cosas se generan solas. porque el hormigón, ese ‘pique’ de los arquitectos, no capitaneaba el proyecto al principio. Uno va integrando el material, trabajándolo finamente, sin estándares, envolviéndolo en listones de madera, como los encofradores de antaño. Y luego el hormigón delata su cofre y exige quedarse ahí, a explotar la traza, más concreta o más abstracta, del molde.
Sant Joan de Labritja, Ibiza
2008 – 2014
Arquitectos
Jaime Romano
Miguel Ángel Sánchez
Colaborador
César Horrillo
Estructuras
Jesús Rodríguez
Aparejador
Vicent Serra
Constructor
Balafia de Baix
Interiores
Roberta Jurado
Rosa Rey
Industriales
Box 3 Interiores
Pitiusa Instaladora
Carpinterías Mairata
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