El Master Plan, diseñado por el arquitecto Adrian Bedoya, está cuidadosamente planeado para asegurar que las vistas desde las tres casas no se vean interrumpidas por las cubiertas de las casas frontales. Este enfoque funciona muy bien, ya que las viviendas están dispuestas sobre una plataforma dividida en dos niveles: uno para la casa y otro, en un nivel ligeramente inferior, para el jardín y la piscina. En esencia, la parcela que se nos propone como punto de partida consiste en una plataforma alargada con acceso desde la calle por el extremo norte.
Nuestra forma de proyectar se fundamenta en una técnica basada en las iteraciones. El diseño parte de una serie de variaciones de planta que dan protagonismo a un amplio espacio central, abierto a las vistas, junto a un bloque de habitaciones. En el ala norte se ubican dos habitaciones de invitados y la lavandería cerca de la entrada. En el ala sur, hay dos habitaciones adicionales y un pequeño estudio con vistas al jardín posterior.
Con los condicionantes del master plan claramente definidos (cota de asentamiento, cubierta plana y gálibo), el trabajo se centró en el desarrollo en planta. El diseño original rectangular se enriquece con un sutil juego fractal, donde la delimitación de la planta se retuerce, generando patios, terrazas con vistas y rincones íntimos. Este juego arquitectónico se desarrolla tanto en la planta como en la fachada, que permite entradas y salientes estratégicos: patios abiertos hacia baños con duchas exteriores o pequeñas terrazas.
La construcción de la terraza actúa como un anfiteatro, con escalones que conectan la sala y optimizan la vista de Es Vedrà. Se logra una sucesión visual entre la cubierta ajardinada de la casa frontal, la franja de pinos, el mar, y finalmente, la base de Es Vedrà en todo su esplendor, enmarcado por el cielo.
En cuanto a los materiales, Jean-François y Katia, los promotores, querían trabajar con un hormigón fino, elegante y elaborado, que se convirtió en uno de los elementos base. Las paredes de hormigón con entablillado aportan un toque brutalista, pero sofisticado. Junto con el constructor Bofi Ibiza, logramos un pavimento continuo de hormigón muy bien ejecutado. Para el interior, combinamos con madera oscura, inspirada en la arquitectura de los años sesenta.
En el exterior, usamos madera de Iroko, que ha adquirido una pátina natural con el sol, mimetizándose con el hormigón. El pavimento exterior también es de hormigón, esta vez en grandes losas prefabricadas.